En mi anterior post ya me referí en cierta manera a la formación en algunos de los distintos #perfiles, unos tradicionales y otros más adaptados a la demanda del nuevo museo social y participativo.
Una pregunta que cabe realizarse en este sentido, es si cuando se descongelen las ofertas de empleo público relacionadas con los museos, se revisará el perfil requerido y por tanto la formación que se deba poseer. Como decíamos, si nos centramos en la oferta pública de empleo, los perfiles se reducen prácticamente a conservadores de museos, ayudantes y auxiliares. Pero existe también un grupo de museos con mayor autonomía en lo que a contratación se refiere, que marca sus propios procesos selectivos y es donde podemos ver la exigencia de una variedad más amplia de perfiles y en consecuencia una exigencia de formación más específica.
También hay que referirse a que la contratación eventual, normalmente para desarrollar una determinada actividad o proyecto a lo largo de un periodo o períodos de tiempo, exige un perfil específico y concreto en lo que a la formación de los aspirantes se refiere.
Por tanto, nos preguntamos si desde la administración general, autonómica y regional se ofertarán plazas específicas por ejemplo de Educadores de Museos, es decir, exigiendo una formación distinta a la del tradicional Conservador de Museos. ¿Habrá cabida del mismo modo para un cuerpo específico de Documentalistas de Museos? ¿Y para Gestores de Museos? ¿Expertos en Conservación Preventiva? ¿Expertos en Comunicación y Nuevas Tecnologías en el museo?…. O como hasta ahora en el perfil de Conservador de Museos se aglutinará una formación en las distintas áreas hasta ahora tenidas en cuenta, en las que la persona que postula a ese cuerpo debe conocer todas estas materias y posteriormente podrá desempeñar su trabajo ya sea en el área de conservación, investigación, documentación, educación, comunicación, etc., o como ocurre en muchos casos será un único trabajador el que deba desempeñar el trabajo que exigen las distintas áreas. En cualquier caso nos encontramos con que el profesional de museos debería estar formado en este tipo de materias, en mayor o menor medida, para poder desarrollar su trabajo posterior ya sea en el departamento de difusión, comunicación, educación, conservación, etc.
Es preciso también un cambio en los tradicionales sistemas de selección y en la formación, ya que si los paradigmas en la educación están cambiando, la formación en la disciplina museológica debe ser también consciente de ello. El aprendizaje colaborativo, on-line, semipresencial, los MOOC, etc., requieren repensar todo ello.
La formación continua y el aprendizaje a lo largo de la vida, son fundamentales también en este ámbito. Muchos profesionales siguen formándose mediante cursos específicos, de forma colaborativa en la red, mediante seminarios, etc. No en vano, el Conservador de museos cuando entra a formar parte de las distintas áreas en las que tradicionalmente se ha venido considerando el ecosistema del museo, debe ampliar y desarrollar con mayor interés los conocimientos, competencias y habilidades que le exigen las tareas propias del departamento o área al que se le haya asignado.